martes, 26 de mayo de 2009

5 Motivos por los que no ser emprendedor


Ser emprendedor realmente es hermoso…


Eres libre, no dependes más que de ti mismo, no soportas a nadie más que a ti, tu eres el líder…suena impresionante!!
Pues bienvenidos al mundo real ya que, lo que suena también, puede convertirse en días de trabajo interminables, stress, problemas hasta debajo de las piedras, falta de dinero, críticas, pérdida de autoestima y esto si que es real…
Si estás pensando en
convertirte en empresario voy a contarte 5 cosas para que te lo plantees mejor. Luego no me digas que no te avisé.

1. Horarios semanales 60 hrs:
Si lo tuyo es hacer las 8 horas y lo demás es para otros…nunca te plantees emprender. Como emprendedor tendrás tantos frentes abiertos que no tendrás un número fijo de horas de trabajo y con ello te darás cuenta que los días pasan y siempre la misma canción…dormir, comer, trabajar, dormir, comer, trabajar…tu vida serás tu y el trabajo…no, el trabajo y tu…

2. Tiempo libre:
Como emprendedor llegará un momento en el que tengas que recurrir al diccionario para saber que era esto…Yo, personalmente, echo en falta tiempo libre para poder leer con tranquilidad y por ocio, no por trabajo. Pero lo peor de todo es que tus amigos te llamarán para preguntarte si has emigrado o te has convertido en uno de esos policías de la secreta.


3. Burro de Carga:
Trabajarás mucho tiempo pero también tendrás que trabajar mucho. Fuego que apagas, fuego que aparece y así en continua temporada de incendios…tendrás tantas piedras en los zapatos que aprenderás a caminar con ellas…

4.
Incertidumbre:
Convertirse en emprendedor es admitir que te gustan las películas de terror, siempre tendrás algún susto, siempre habrá algo imprevisto, siempre habrá incertidumbre y siempre verás el futuro con una especie de intriga, pasión, miedo…y todo con esa música de fondo que te obliga a husmear cuando todo el mundo está diciéndote que no vayas…

5.
Errores:
Imagínate que ya lo has hecho, que has pedido ese préstamo al banco, imagínate que el banco te lo ha concedido, imagínate que te has metido a la oportunidad de negocio más clara que nunca has tenido…y aún no puedes entender como tu pareja, tu padre, tus amigos…todos te decían que no lo hicieras…pues bien ahora imagínate que es una ruina y que todos tenían razón…¿Cómo te sentirás la próxima vez que tengas otra oportunidad así?
Si aún a pesar de todo
te decides por emprender…me alegro mucho ya que serás de los que valoran su independencia y que harán lo posible por sacar adelante su idea…

Ser emprendedor requiere capacidad de liderazgo


Quien es emprendedor es un líder, ya que ve oportunidades donde otros no ven nada. Existe consenso cuando se afirma que una persona emprendedora es líder, vamos a ver qué características se necesitan para tener liderazgo
El papel de un líder es convencer a las demás personas de que ciertas ideas tienen sentido, y que se debe trabajar por ellas. Hay líderes espirituales, jefes, personas destacadas etc.. , pero todas tienen una característica especial, saben llevar a su grupo a las metas que se imponen.
Los líderes ven oportunidades en todo momento y saben aprovechar las pocas oportunidades para destacarse y generar un reconocimiento o simplemente desarrollar su obra adelante
A continuación algunas características comunes de quienes emprenden y son líderes:


1. Capacidad de acompañamiento:
Un líder debe ser capaz de acompañar los procesos que rodean su entorno de principio a fin, es decir, debe tener la capacidad de compromiso para con si mismo como para su grupo. Sin abandonar sus metas.


2. Capacidad de aprovechar sus potencialidades:
Un verdadero líder sabe aprovechar sus potencialidades para explotarlas sobre quienes lo rodean en su entorno; un líder debe destacarse, entonces debe sacar provecho de sus potencialidades de tal manera que su capacidad superior sea apreciada o respetada.
Líderes de Hoy: Sobre la capacidad de adaptabilidad se afirma que los líderes hoy saben mezclar sus diferentes estilos de mando según las situaciones que afrontan, es decir utilizan las herramientas adecuadas, en los momentos adecuados. Y en este sentido, los líderes hoy exhiben generalmente mezclas de todas sus facetas según los momentos que afrontan


3. Capacidad de posicionamiento:
Es la persona que siendo consciente de sus habilidades aprende a incorporarse y adentrarse en la población que lo rodea. No se es líder si no se puede entrar a un grupo que liderar.


4. Capacidad de Expresión:
Un líder debe tener una capacidad superior para hacer entender a las personas sus ideas, sus posiciones o sus ideales, debe saber convencer a sus posibles "Súbditos" en el buen sentido de la palabra.


5. Capacidad de entender a quienes dirige:
Es necesario comprender cómo piensan los dirigidos para poder estar un paso adelante de ellos.


6. Capacidad de mantener el control:
Un líder, jamás pierde la calma y sabe actuar en situaciones difíciles, además sabe apoyarse en los demás cuando realmente lo necesita. Existen muchas características que pueden tener los líderes de hoy, pero casi sin duda alguna, la capacidad principal que debe tener todo líder en la actualidad es su capacidad de asimilación y de adaptabilidad a los diferentes cambios que afronte durante su carrera o su trayectoria. La personas cambian, y sus líderes deben cambiar con ellos...
Sobre la capacidad de adaptabilidad se afirma que los líderes hoy saben mezclar sus diferentes estilos de mando según las situaciones que afrontan, es decir utilizan las herramientas adecuadas, en los momentos adecuados. Y en este sentido, los líderes hoy exhiben generalmente mezclas de todas sus facetas según los momentos que afrontan.
Para terminar, el buen líder, debe ser el más diligente, el más preparado y debe hacer de sus conocimientos y de sus habilidades una pasión que se debe mejorar constantemente.

martes, 12 de mayo de 2009

El lider positivo y negativo




En el líder hay dos orientaciones fundamentales: Aquel
cuyos ideales auténticos de bien común y honestidad
están por encima de sus intereses particulares y, el común
entre nosotros, aquel en que sus intereses particulares y
de su grupo de compromiso están por encima de los de
la comunidad, de la empresa, del sindicato o del partido y
de la nación.
La disyuntiva es clara: "o el grupo está para servir a los
líderes o los líderes para servir al grupo"
. La sociología
nos dice que toda agrupación se maneja por grupos
primarios; esto es, un grupo reducido de personas que se
influyen mutuamente emocional e intelectualmente para
imponer criterios, consignas y objetivos.
Estos grupos primarios pueden ser visibles o invisibles,
formales (si provienen de la autoridad) o informales (si se
construyen espontáneamente),
pero existen en cualquier
grupo humano: desde la alta política hasta los bares o
clubes. Ningún líder actúa solo. Dime con quien andas y te
diré quien eres. Dime el grupo primario de un presidente y
te diré como va a gobernar. Si no tiene un grupo primario
definido y hace cambios continuos, peor para él y para el
gobierno.
Saber elegir y formar al grupo de hombres clave —no por
dóciles, sino por capaces y éticos— es fundamental para
poder delegar en el gobierno y en cualquier empresa.
Todo buen director, como en una buena orquesta, se
rodea de personas que sabe más que él en sus propias
especialidades: su trabajo es coordinarlos.
La psicología de cada cultura tipifica a estos grupos
primaros en abiertos o cerrados, en transparentes o en
misteriosos, desde tranquilas sociedades de servicio,
hasta misteriosas sociedades secretas. Unas están regidas
por estatutos públicos abiertos y conocidos, hasta las
asociaciones de comunicaciones en claves secretas y
líderes escondidos: las mafias.
Cuando los grupos primarios informales y organizados
desde lo oscuro tienen más poder que la organización
formal, no hay nada que hacer. Cuando la comunicación,
la seguridad, la distribución del poder, el sentido del bien
y del mal lo proporcionan esos grupos informales y la
autoridad formal no cuenta más que para la crítica y las
quejas, la autoridad responsable ha dejado de funcionar y
la indisciplina toma posesión.
Las personas con baja autoestima, que en nuestro medio
son abundantes— resultan muy útiles para los jefes
dictatoriales por su comportamiento servil, y son usados
como peones de ajedrez. Estos resultan sumamente
peligrosos si llegan al poder, pues serán los traidores en
cuanto tengan ocasión.
Cuando la persona mediocre y con complejos adquiere
rango —y sobre todo poder—, se vuelve peligrosa por
ilustración
el robote psicológico de su baja autoestima, la cual se
convierte en soberbia, pues se considera a sí mismo
superior y capaz de logros espectaculares y hazañas
imposibles. Cuanto más alto llegue, más pronto se
convertirá en dictador.
Los grandes paranoicos de la historia fueron personas
humilladas en la infancia y en el trabajo o en el ejército,
y demostraron —cuando se les dio ocasión— ser
egocéntricos, capaces de destruir y de oponerse a todo,
como líderes negativos. Todos sin excepción terminan
en el delirio persecutorio y en represiones masivas de
enemigos imaginados: Hitler, Stalin y otros que aún viven.



Características del líder positivo y negativo

Las cuatro características psicológicas del líder, tanto
empresarial como de gobierno, están en relación con las
orientaciones antes explicadas. El líder es,
  • En primer lugar
    un gran conocedor de las personas. No sólo de nombres
    y caras, que también lo son, sino de perfiles psicológicos,
    de capacidades, de cualidades y defectos humanos que
    le permiten conocer para qué funcionen sus elegidos y
    para qué no. Es un psicólogo natural y un evaluador para
    sus necesidades de formar grupo. Cristóbal Colon fue un
    ejemplo de selección de tripulación. Estos conocimientos
    le permiten ser una ayuda invaluable o un consumado
    manipulador.
    El líder positivo se rodeará de gente capaz y honesta,
    más que de dóciles lambiscones; el negativo buscará
    borregada dócil y manipulable que le pueda cubrir sus
    latrocinios o inmoralidades, pues prefiere el control de la
    borregada a la eficiencia de los resultados. Esto acontece
    hasta en institutos religiosos, donde se confunde ser fiel
    con docilidad sin empuje y con carecer de opinión distinta
    a la autorizada-
  • La segunda característica del líder positivo es que cuida
    de la gente; esto es hace crecer, según sus posibilidades,
    a quienes dependen de él: es un desarrollador, un
    entrenador natural, un coach amistoso pero exigente.
    El mal líder, destructor, hace crecer al subalterno pero en
    su capacidad de maldad y de crimen, le hace perder la
    conciencia del bien y del mal, lo convierte en fanático
    y fundamentalista, premia según docilidad y falta de
    escrúpulos. Enseña el mal y amenaza con vengarse del
    incumplimiento de las órdenes.
  • La tercera característica es el respeto por la persona, el líder positivo respeta, en primer lugar, la libertad de
    los subalternos; trabaja apoyado en la voluntad de su
    gente, no sobre o contra la voluntad de la persona. Es
    un motivador natural. La adhesión a su persona es por
    motivación gustosa y por el atractivo que el líder ejerce.
    El líder destructivo destruye en primera instancia a la
    persona, pues se hace obedecer por miedo o por
    compartir la corrupción: sus únicos motivadores. Humillar a
    los subalternos es parte del atractivo de ser jefe y hacerse
    temer es la regla de la obediencia irresponsable. En la
    burocracia corrupta no hay respeto a la persona, por lo
    que el burócrata tampoco la tiene con el público.
  • La cuarta característica del líder positivo es que se
    responsabiliza y hace responsables a lo miembros del
    equipo, pues sabe negociar y dar los medios para el
    éxito. El trabajo en equipo es su práctica corriente, no
    porque acepte la opinión de cualquiera sino porque es
    un formador natural para proyectos concretos que sólo se
    pueden delegar en colaboradores gustosos y capaces de
    actuar bajo su propia responsabilidad.
    El líder fija con el equipo metas, objetivos y políticas
    definidas que cada quien realiza responsablemente y bajo
    su propia iniciativa. El mal líder exige responsabilidades
    para las que no preparó y no desarrolló equipo. Los éxitos
    son de él y los fracasos de los subalternos.

El origen del lider


Bajo la pregunta ¿El líder nace o se hace? se esconde la necesidad de aclarar si cierta persona puede llegar a ser un buen líder.
En primer lugar, hay que comprender que la definición de liderazgo es muy difusa, pero que, en general, diferentes autores están de acuerdo que un lider debe tener unas serie de caracteristicas que definan su personalidad.
De esta forma podemos generalizar la pregunta:


¿La Personalidad es innata o adquirida?
J.A. Vallejo-Nágera, en su libro Guia práctica de la Psicología nos describe:
Genéticamente se transmiten ciertas características que conforman la estructura de la personalidad; un ejemplo claro es la inteligencia, ciertas aptitudes y alqunas cualidades del temperamento.
Algunas aptitudes no son tanto una herencia genética como el producto del entrenamiento o del contagio. Ciertas caracteristicas son consecuencia de un entrenamiento planeado por los padres o por los educadores: el niño empieza a responsabilizarse de su vestimenta, de sus juguetes y recibe gratificaciones o frustraciones del exterior según sus éxitos o sus fracasos. Esto va modulando su personalidad.
La Psicología moderna está en la linea de lo expuesto por Vallejo-Nágera, dando una importancia relativa a los genes, sobre todo para comportamientos primarios (como puede ser la ira y su control) y un mayor peso al aprendizaje posterior. El ambiente en el que nos desenvolvemos, especialmente en las etapas tempranas de la vida, moldea nuestra personalidad.


¿El líder se forma durante la infancia?
En gran medida sí; la capacidad de liderazgo se desarrollo durante la infancia y la adolescencia. En los primeros grupos que se forman en la escuela, ya se puede detectar la presencia del lider de grupo, que, de forma espontánea, empieza a marcar las relaciones del resto de componentes.
La formación del Líder
El hecho que nuestra experiencia personal nos dote de capacidades naturales para ejercer como líderes, no debe confundirnos: Un líder puede construirse o potenciarse por la formación.
El único requisito para llegar a ser un buen líder es la voluntad de serlo. Si se tiene voluntad, se puede emprender una autoformación (por ejemplo, basada en lectura y puesta en práctica de los principios del liderazgo) o una capacitación formal basada en cursos, seminarios etc.
Peter Drucker : "Aunque los líderes natos existen, son demasiado escasos para las necesidades urgentes actuales".
Por tanto, desde cierto punto de vista, el ser humano tiene cualidades innatas, las cuales adquieren desde su nacimiento, porque esa es su naturaleza, pero esto no significa que todas las personas pueden nacer siendo líderes.

El autoconocimiento del lider


El líder primero es líder de su propia vida. Para liderar a otros primero necesito crecer en el liderazgo de mi mismo (liderazgo intrapersonal). La Biblia dice: “Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea del espíritu que el que toma una ciudad”. Lao Tze dijo: “Quien vence a los otros, es fuerte. Quien se vence a sí mismo, es poderoso”. El filosofo Platón dijo: “La primera y gran victoria es conquistarse a uno mismo”. El Dr. Stephen Covey dice que “las victorias privadas preceden a las victorias públicas”.Resultaría paradójico un líder pretendiendo liderar a otros, inspirar a otros, guiar las vidas de otras personas, manejar el negocio de otro, encaminar a sus seguidores hacia una visión organizacional, si el mismo no es dueño de sí mismo, si no es capaz de manejar y dirigir adecuadamente sus emociones, si no está a cargo y se ha hecho responsable de su propia vida, sino no tiene su propia definición de visión y proyecto de vida. En tales condiciones cómo podrá liderar a otros. De igual manera si no soy líder en círculos más pequeños como mi familia, cómo podré liderar sobre una empresa u otra institución. ¿Cómo logra el líder tener dominio de sí mismo? Necesita madurar en la conciencia que puede tener de su propia interioridad, vale decir, tomar contacto con su propia realidad interior: emociones, necesidades, mapas, etc. Esa información que obtiene de su propia realidad interna es la que le faculta para realizar un contacto nutritivo con el entorno que le rodea; es también la base de su efectividad interpersonal. La vida interior es el sustento de la vida que desplegamos externamente: trabajo, relaciones, etc. Al respecto se comenta:”La verdad es la vida interior, que se proyecta en la calidad de gestión. Ni es el método, ni el procedimiento lo que hace la diferencia, sino el contacto con las necesidades lo que produce la energía que se necesita para ser un gerente efectivo que decide y soluciona. No hay calidad afuera, sin calidad adentro. La calidad de adentro está en la conciencia y en el cultivo de las propias necesidades”.La verdad a que se hace referencia es personal y exclusiva de cada líder; propia de su realidad íntima, de su yo interno. Es la verdad de sus propias necesidades y emociones que buscan expresarse; de sus sueños y expectativas que afloran en una visión personal; de sus experiencias, procesos y aprendizajes que le confieren su identidad; de sus talentos y habilidades naturales que le dan sus competencias específicas y que son la base de su desempeño. Es la verdad de su realidad interna pura, sin esteriotipo ni maquillajes; la realidad de su fuero interior donde no hay engaño con el mismo, ni hay imagen que cuidar. “En esa dimensión no hay pantallas, ni imágenes, ni pretensiones”. Sólo subyace la verdad descarnada de quiénes somos; de nuestros propios procesos personales: adaptación, identidad, arraigo, congruencia, más allá de los contenidos y los convencionalismos.

La plataforma sobre la cual lideramos no es, pues, las técnicas o metodologías que podamos utilizar, ni el conocimiento teórico que podamos haber adquirido sobre liderazgo en las universidades, sin desdeñar de su valor y utilidad. Lideramos desde el poder del desarrollo personal, desde el crecimiento y madurez de la vida interior. La calidad de la gestión del líder o gerente está relacionada con la conciencia y madurez de su vida interior. “El éxito tiene que ver con el trabajo organizado desde la fortaleza interior, mirando a futuro, tomando decisiones para ubicar su gestión en escenarios de alto desempeño”.

El liderazgo, entonces, se desarrolla de adentro hacia fuera, desde las cualidades del carácter de las personas. John Adair dice que “el liderazgo es más una cuestión de personalidad, temperamento, actitudes y valores”.Sin madurez de carácter no hay liderazgo efectivo. La efectividad en el ejercicio de liderazgo no viene a través de la adopción de recetas fáciles y rápidas, ni formulas prefabricadas. No por realizar algún taller o curso de liderazgo, ya somos unos líderes eficaces. Llegar a ser líder toma tiempo, porque el carácter no se construye en un día. El desarrollo del liderazgo constituye un proceso de crecimiento, cultivo y expresión de la vida interior.

Una cosa es el conocimiento teórico sobre el liderazgo y la gerencia, y otra es el conocimiento de mí mismo ejerciendo liderazgo o gerenciando a otros; el como me vivencio con mi estilo de liderar. En el ejercicio de un liderazgo efectivo pesa más la conciencia de mí mismo en el desempeño del rol de líder, con mi estilo particular, vale decir, la forma como me experiencio y reconozco a mismo, en mi propia realidad interna, funcionando como líder, que toda la formación académica y modelos teóricos aprendidos.

Ese conocimiento de mi mismo no lo puedo tomar prestado de algún libro ni recibir por transferencia de otra persona ni endosar a otro. Al fin y al cabo, como dijo Nietzsche, “uno se experiencia sólo a sí mismo”. “Podré dar mi sangre, mi conocimiento, pero mi ”mi mismo”, imposible, es algo personal e intransferible. Esa conciencia de mi mismo, ni la puedo ceder, ni negociar, ni dar a otros porque dejaría de ser yo mismo.


Vivir concientemente implica:


  • Hacerse responsable por las acciones realizadas y sus consecuencias. Tomar responsabilidad por nuestra propia vida. “Hacerse responsable del conocimiento adecuado a la acción que estamos efectuando”.

  • Ser consciente de las emociones que experimentamos, aprender a reconocerlas y aceptarlas. Acostumbrarnos a vivenciarlas sin juzgarlas buscando el mensaje que intentan comunicarnos.

  • Tomar conciencia de los talentos y habilidades naturales dominantes, que son la base de nuestro desempeño.

  • “Respeto por los hechos de la realidad – los hechos de nuestro mundo interior así como los del exterior”.

  • Tomar contacto con nuestras necesidades: aprender, amar, trascender, seguridad, etc..

El líder, como toda persona, necesita crecer en este autoconocimiento; en esa verdad de si mismo, única, exclusiva e intransferible, propia de cada ser humano.